“¡Ayuda, Moni! Tengo que comprar entradas para el recital de mi cantante favorito y no me queda un peso. No hay tiempo, ¡se agotan!”, me dice una amiga por acá… “Moni, me cortaron el gas por falta de pago y hasta dentro de unos días no cobro, ¿qué hago? ¡Es urgente!”, me escribe otro por allá. “Tengo que viajar inmediatamente a ver mi familia y necesito unos pesos de adelanto, Moni”, me piden una vez más. ¡Qué bueno que puedan contar conmigo!
Cuando te encontrás ante una situación de apuro económico -no importa si es para hacer algo placentero o porque no tenés escapatoria- necesitás el dinero de forma urgente. No podés esperar semanas a cobrar, que te responda tu jefe o tu amigo por un préstamo o una entidad bancaria. Muchos ya descubrieron los beneficios de pedirme. Puedo prestar hasta $20.000 a devolver hasta en 3 cuotas. Te deposito el dinero en el día en tu cuenta bancaria y disponés de la platita para hacer lo que quieras.
Se trata nada más y nada menos que de préstamos personales. Pero no cualquier préstamo: es un crédito directo. Directo porque es muy simple de sacar. Porque tenés la comodidad de pedirlo cuándo y dónde quieras -desde la compu o el celu, a través de internet- las 24 horas, todos los días. Directo porque en pocos pasos podés solicitarlo y recibir la aprobación en cuestión de minutos. Porque no conlleva trámites, ni papeleo y se tramita sólo de forma online.
Directo porque va derecho a tu banco y de ahí a tu bolsillo. Porque solucionas tus problemas de liquidez en el día. Directo porque no hay letra chica, ni gastos ocultos; toda la información está a la vista y disponible al momento de aplicar para el adelanto. Directo porque, en la mayoría de los casos, el crédito se aprueba en menos de 15 minutos. Igual, ¡vos llamalo como quieras! Lo importante es que me pidas y resuelvas tus imprevistos de dinero sin demora.