¿Sos mayor de 18 años? ¿Disponés de algún tipo de ingreso y de una cuenta bancaria? No necesitás mucho más para pedirle a Moni. ¡Sí, a mí, mi amor! Contás conmigo con esos pocos requisitos. Simplemente, entrando a la web o descargando la app en tu celular, solicitás el adelanto y en pocos minutos obtenés una respuesta. El dinero te lo deposito en el día en la cuenta que proporcionaste al registrarte. Olvidate de lo que sabías hasta ahora de los créditos personales.
Mis préstamos rápidos son el futuro. ¡Tu futuro! ¿Ya estás visualizando el súper celular que te vas a comprar, las hermosas plantas que van a decorar tu jardín o esa cartera divina que sí o sí estás necesitando? ¡Ah! No son imágenes tan glamorosas… ¡No importa! La platita de Moni también vale para pagar gastos imprevistos, saldar facturas, devolverle a alguien o llegar a fin de mes. Puedo darte hasta $20.000, pero podés pedirme sólo la cantidad que necesites, a devolver hasta en 3 cuotas.
Los créditos de los bancos, las tarjetas de crédito y otras entidades financieras son de otra época. Tiempos de colas, papeleo y millones de trámites y requisitos. Tiempos muy largos de espera y respuestas negativas. Sacate esas viejas ideas de la cabeza: ¡ahora todo es online! Sin letra chica, ni gastos ocultos. Vos me informás tus datos completos para conocerte y yo te proveo la información del préstamo en el momento; si estás de acuerdo, hacemos el trato. Usás el dinero para lo que quieras y seleccionas la cantidad de cuotas en las que queres devolverlo. Cuanto más te conozco, más plata te puedo prestar y menos te cobro. Simple, ¿no?
Tengo otros beneficios además de los préstamos online. Desde la app también podés pagar tus facturas de servicios, financiando el saldo si lo precisás. ¡Tenés todo a un touch! Hasta podés recargar tu celular… ¿Querés más? En Moni, recomendás amigos y ganás dinero. Por cada persona que refieras -que obtenga un adelanto y pague en la fecha de vencimiento-, recibís $200. ¿Viste? Te doy mucho más que un crédito personal: pedís, pagás, recargás, financiás, ganás, ¡siempre ganás!